Wednesday, September 10, 2008

La pregunta más estúpida

El Large Hadron Collider es una magnífica oportunidad para que un montón de gente muestre el grado de su imbecilidad. Me siento en la obligación de aclarar una obviedad: imbecilidad no es ignorancia. Es perfectamente normal, lógico, entendible, no entender qué se está buscando con el LHC ( recomiendo seguir el link si se desea una explicación sencilla y rápida del LHC) porque la física de partículas es realmente compleja (y aunque Mario Bunge se enoje, yo diría que es terriblemente antiintuitiva). Lo que constituye imbecilidad es decir, como una conductora de televisión que esta mañana he tenido la mala suerte de escuchar (solo por querer saber la temperatura exterior antes de salir de casa), que es contradictorio que se llame la máquina de dios cuando están tratando de demostrar que dios no existe.

Sin llegar a las cotas increibles de estupidez que ha demostrado esta mujer, se puede plantear una pregunta estúpida, la pregunta más estúpida: para que sirve todo eso?. Esta pregunta no es estúpida cuando es sincera y el post de Dirección de Proyectos linkeado más arriba la responde. Esta pregunta es estúpida cuando va acompañada de un dejo de crítica porque "con todos los problemas acuciantes que tenemos que resolver, gastar tanto dinero en eso... que terrible".


No voy a negar que tenemos problemas acuciantes que resolver, pero es ridículo pretender saber con anticipación la utilidad de la investigación básica. Es incluso probable que no la tenga, pero solo podremos encontrar conocimiento útil si buscamos conocimiento, a secas. Me sorprende lo poco extendido que está este concepto, incluso entre gente que aceptaría que un negocio con una rentabilidad garantizada a priori es una quimera (o una estafa). Bueno, la investigación es un negocio sin rentabilidad garantizada a priori, pero con una historia de éxitos impresionantes.


Me gusta la anecdota que cuenta Steven Weinberg en "El sueño de una teoría final": la reina de Inglaterra, luego de recorrer el laboratorio de Michael Faraday y asombrarse con unos juguetitos electricos, le preguntó a éste: y todo esto para qué sive?. Faraday le dio la mejor respuesta que he escuchado a esta pregunta: y para que sirve un recién nacido, majestad


Sin llegar a lidiar con cosas de la complejidad del CERN, me gusta trabajar en empresas que entienden que la investigación es, por un lado necesaria si se pretende mejorar el estado actual de las cosas, y por el otro que no se puede saber a priori para que servirá el conocimiento obtenido.

Para qué sirve el libro que estás leyendo?. No deberías leer libros en el horario de trabajo, tenemos demasiado que resolver antes de empezar a investigar.

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